¿POR QUÉ SE ACABA EL PETRÓLEO?
Fuente: www.erenovable.com


Pocas preguntas son tan fáciles de responder: porque el ser humano lo está agotando. El petróleo es una energía no renovable y, como tal, finita. De hecho, ya se le ha puesto fecha al fin del petróleo. Es decir, a partir de ahora toca sacar el rendimiento máximo al que todavía hay y, por otro lado, comenzar a explotar energías alternativas y renovables antes de que sea tarde.

La sobrexplotación a la que se ha sometido al planeta ha hecho que el petróleo disponible en el planeta vaya a agotarse en tiempo récord. Millones de años para formarse y agotado en apenas dos siglos. Cosas del ser humano. Cuando este momento llegue, sólo quedarán las reservas de algunos países, que se venderán a precio de oro. Imposible contar con ellas.

Y lo peor es que a 50 años del fin del petróleo, éste sigue siendo la fuente de energía más relevante de todo el mundo. Todo a pesar de haber elevado dictaduras, hundido países o provocado guerras de todo tipo. No importa. Cuando se acabe el petróleo, será otro elemento el que provoque este tipo de conflictos. Ahora, también habrá que buscar energías alternativas.

A día de hoy, el petróleo supone el 33,6% de la energía global, ocupando el primer lugar. Le sigue el carbón, con un 29,6% de cuota. El tercer puesto es para el gas natural, que abarca un 23,8% de la energía global. Todo energías no renovables. La cosa no cambia en el cuarto y quinto puesto, donde aparecen la energíahidroeléctrica (6,5%) y la energía nuclear (5,2%). Sólo a partir del sexto puesto se asoman las renovables.

Lo curioso es que son varias generaciones las que se han criado con el petróleo como algo siempre a mano. El ejemplo más claro, la gasolina de los coches. Y también es el ejemplo de por qué se acaba el petróleo, o cómo las familias han pasado de tener un coche a tener varios. También es el ejemplo de cómo los coches eléctricos llevan años llegando al mercado pero no terminar de hacerlo. Va a costar más de lo que muchos pensaban.

Según apuntan desde Wall Street, donde controlan la mayoría de producción petrolera del mundo, la demanda de petróleo alcanzará su cénit en 2030. Por aquella época, las renovables estarán en disposición de competir con las no renovables. Será el momento del cambio y tocará apurar los hidrocarburos mientras se pueda. Lo que está claro es que la realidad, tal y como la conocemos, está a unos años de cambiar.

¿POR QUÉ ESTÁ MÁS BARATO EL PETRÓLEO?

Y si se está acabando, ¿por qué está más barato el petróleo? El mercado es inesperado e inexplicable. Y con el petróleo, más. De siempre, a cada subida del barril de Brent, le acompañaba una subida en los precios de la gasolina. Eso está cambiando. De hecho, a principios de 2019, se estimaba una subida del precio del barril hasta los 100 dólares. Por el contrario, éste bajó a cerca de 60 dólares.

¿Por qué está más barato el petróleo? Se pregunta el mercado. Y es el propio mercado quien tiene la respuesta. La demanda está bajando. De hecho, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordaron reducir la producción un 2% durante el primer semestre de 2019. Un total de 1,2 millones de barriles menos para evitar que el precio siga cayendo.

Y a pesar de ello, el precio tampoco sube. La incertidumbre es tal, que ni una medida de manual afecta a la situación. Para empezar, las reservas de crudo están por las nubes. Los países productores acumulan y acumulan barriles, de cara a un futuro sin petróleo y eso no sale al mercado. Mientras, los compradores están reduciendo sus inversiones en crudo, apostando por las energías renovables.

El último elemento que ha interferido que el petróleo esté más barato es Donald Trump. El presidente de Estados Unidos ha amenazado con potenciar el fracking para incrementar los precios. Un error de bulto usar la amenaza contra el mercado. Es el mercado quien manda aquí. Sobre todo, cuando sabe que el petróleo tiene los días contados y son las nuevas fuentes de energía las que van a mover el mundo a medio plazo.

LAS NUEVAS FUENTES DE ENERGÍA

Las nuevas fuentes de energía tomarán el relevo de las no renovables en los próximos años. Por tal motivo, la I+D en estas nuevas fuentes de energía se ha disparado. Así, a las eólicas, solares y demás, se están sumando algunas nuevas fuentes de energía sorprendentes e inesperadas.

  • ENERGÍA CINÉTICA

El calor que generan los ciudadanos con sus pasos, convertido en energía. Está pasando en ciudades como Estocolmo (Suecia) y llegará a todo el mundo. La Estación Central de Estocolmo usa el calor de las 250.000 personas que, a diario, pasan por ella, para calentar la propia Estación.

  • CREMATORIOS

Una cremación también puede derivar en una fuente de energía sostenible. A través del calor que desprenden los hornos, se puede generar energía y aprovecharla. En países como Suecia, Reino Unido o Dinamarca ya lo aplican. Y no les faltan ‘voluntarios’ para las cremaciones.

  • ALGAS Y MEDUSAS

Las medusas desprenden una proteína verde que las hace fluorescentes. Esa misma proteína está siendo estudiada para convertirla en un dispositivo fotovoltaico que pueda combinarse con energía solar. Un reto complicado pero en marcha.

En cuanto a las algas, se ha determinado que al secarse, desprenden unos carbohidratos que se convierten en azúcares. De ahí se pueden convertir en biocombustible.

  • BASURA

La basura da un paso más en su proceso de reciclaje, convirtiéndose en energía renovable. Antes, hay que transformar la basura en líquido y biogás. A partir de ahí, la energía renovable sería posible, a partir del gas metano.

  • CAFÉ Y CHOCOLATE

Posos de café, restos de chocolate, incluso aguas residuales podrían convertirse en el combustible del futuro. No sólo abaratarían el transporte, sino que ayudarían a limpiar las calles de contaminación.